jueves, 13 de mayo de 2010

LEER: ¿ES REALMENTE BUENO?

Les contaré lo que me acaeció recientemente y con motivo de la celebración de la Diada de Sant Jordi para que hagan de ello parte de su propia experiencia vital y saquen las enseñanzas o conclusiones pertinentes o impertinentes, como desearen.

Yo que actualmente soy profesora sustituta-interina practiqué el Dia de Sant Jordi el sano pluriempleo y combiné mi prosti ... ¡ups! sutipución en un Instituto de Enseñanza Secundaria con el interesante trabajo eventual de vender libros en una gran librería en la que antaño trabajé de continuo en la sección de ESOTERISMO.

Esta colaboración puntual de una semana me reactivó las neuronas de persona normal que sale de un aula y se lanza a la calle para vender libros que posiblemente nadie leerá. Para mi suerte, me tocó estar dentro de la tienda y no en la parada de la calle a merced de las inclemencias del tiempo y de los conocidos que te miran con cierto aire de: "Mira la fracasada esa, excéntrica y extraña …. ¿ estudiar una carrera? ¿para qué le habrá servido si está aquí?".
Lo cierto es que me pasé todo el día viendo orgullosas caras de personas que habían encontrado lo que andaban buscando: cumplir esa tradición, a pesar de lo complicado de sortear obstáculos que a modo de seres vivos lo inundaban todo. Mis jefes satisfechos “masomenos” con el balance de ventas, mis compañeros satisfechos “menosquemás” con haber resistido el chaparrón de preguntas penosas y constantes apretujones en pos de la “cultura”.

¡Balance final del día!: Vendí un montón de libros de esos que, incluso el propio libro sabe que nadie va a leerlo. Son libros que irán a parar a una hermosa estantería-cementerio. No es el día de la cultura, es cuestión de tradición y negocio.

A modo de colofón del aciago día, soltaré una anécdota para que el respetable haga con ella lo que desee:
Llegó a la tienda Ana, ex -clienta mía que lee bastante (cosas muy “raras” =esoterismo en su inmensa mayoría) y me dijo ¿SIGUES AQUÏ? yo le dije: NO, no sigo. He venido sólo unos días de refuerzo por lo de Sant Jordi !!! y ella contestó... Si estás aquí, pues sigues -dijo ella un poco airada, como siempre sin duda sorprendida por un comentario inesperado en su pequeño mundo de conclusiones interestelares-(tosí, carraspeé, no me peí, pero lo deseé y finalmente le dije: SEGUIR IMPLICA CONTINUIDAD Y VENIR A COLABORAR ES UN HECHO PUNTUAL). Me miró un poco atónita, como siempre, y parapetada tras su estupidez habitual se marchó a leer a casa sus paquetes de Colhogar.

Luego dicen que leer es bueno, no lo será si lees cualquier cosa, o si lees en una lengua que no conoces, o si lees por decir que lo haces (alguien una vez dijo que era bueno, no me acuerdo si lo era para la piel o para el tránsito intestinal), tampoco lo será si no entiendes lo que lees, si no te aporta nada esa lectura, si no te ríes o lloras con ella. Si no te hace enfadarte, sentir asco y repugnancia, ganarle tiempo al tiempo o llevarte bien lejos de ti misma.
Bueno leer es sin duda mejor que matar, lo dejaremos ahí, pero quizás había que desmitificar eso de que leer "cualquiercosa" ya es algo.

6 comentarios:

  1. Hace unas semanas, alguien me decía que estaba leyendo a Séneca, tras haber pasado por Aristóteles y otros, y que no entendía nada de lo que le estaban diciendo. Éste, hay que reconocerlo, es alguien que más allá de los rollos de Colhogar, lo tiene dificicl para entender algo, y quizá, fuese todo un ataque de intelectualismo al que el pobre no daba satisfacción. Total, que leyendo lo estba pasando la mar de mal.

    Yo le decía que del hecho de leer tampoco había que hacer un acto de fustigamiento personal, análogo a ponerse un colirio a base de salfuman si tienes los ojos enrojecidos; que uno puede y debe leer aquello que pueda entender y asimilar. Y además que le distraiga, que le sirva de algo... en fin, esas cosas le decía.

    Le contaba que si quería leer filosofía de calle, con la que pudiera crecer algo, en el mercado, y no tanto en las librerías. Que ya había obras mediáticas ellas, como el resabido "mundo de Sofia" que no era Séneca, pero que podía estar a su alcance. De hecho, le decía esto en un sumo acto de hipocresía puesto que lo que realmente le debía de haber recomendado, dado su "cabezahuequismo", era que leyera a "les tres bessones", pero vaya... su intención era loable.

    El tema es que, como siempre, fue peor el remedio que la enfermedad; he conseguido efectos nefastos, apocalípticos, destructores... algo imperdonable para mí, una aniquilación total del intelecto, una abominación... un castigo: se pasó a Jorge Bucay.

    Ahora intento hacerle comprender que entre A y C, estaba B, y que quizá hubiera sido mejor quedarse en una Ana Rosa Quintana, o en unos monólogos de Buenafuente, o en la Rahola... en fin, algo menos destructor del intelecto.

    A ver qué consigo pero sí que estoy totalmente de acuerdo contigo, mi amada, en que uno debe de leer cuando le sale de la pituitaria, y si le sale. Y una vez salido, debe de leer aquel nivelazo para el que esté preparado, sin más. Es aquello de que la fuerza sin control... no tiene sentido; aquella divertidísima imagen de Carl Lewis afrontando una carrera de obstáculos con zapatos de tacón de aguja.

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  2. Leer és una puerta hacia la desconocida diemnsión de la imaginación, así como un ascensor a la élite del glamour cultural.

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  3. sí.. pero como dice LLamazares y creo que ya lo digo yo... todo depende de lo que se lea.... Lastimosamente para ascender a esa élite del glam intelectual que se halla en quiensabedondelandia y para algunos en nuncalandialoencontrarás ( y lo digho desde mi filologia teacherlandiavendelibrosaquiensea... ya he descubierto que los ideales noexisten y las librerias estan llenas de libroa para vender y punto.. Quien lo ignore o es lerdo o no está en el mundo.....
    pues vale

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  4. Un libro si a las cuarenta o cincuenta páginas no te ha enganchado, déjalo, no es tu libro.

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  5. jajajaja... Totalmente de acuerdo.. no aguanto yo tanto.... algunos han caido en la página 5...me impaciento y no puedo continuar...

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  6. Por cierto... quiero romper una lanza o lo que sea afavor de Bucay Lucanor.... su textos extraídos de la literatura tradicional... son cuentos y llevan un poco de paz y consuelo a espíritus cansados o preocupados. Del mismo modo que en su momento lo hizo el Conde Lucanor, mejor dicho el gran Don Juan Manuel, son un compendio de sabiduría tradicional que mezcla las tradiciones oriental y occidental para producir un libro de cuentos, cada cual que interprte, al menos hacen pensar

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