jueves, 15 de octubre de 2009

MADRID 2009


Este fin de semana pasado estuve en Madrid con unos amigos. Creo que hacía casi cuatro lustros que había estado por última vez, y lo cierto es que diez bienios más tarde la he encontrado muy cambiada. Quizá haya sido que yo también he evolucionado y mis cuotas de intransigencia pues también quedaron cubiertas por el pasado. No lo sé, pero la cuestión es que Madrid me ha sorprendido, y muy gratamente además.

Me he encontrado una ciudad que ya no está tan lejos gracias al AVE, que pese a estar levantada por las obras es bonita, y cuyas gentes son generosas y amables. Lo contrario que Terodáctila, por cierto. Les cuento un par de ítems:

El sábado por la noche fuimos a cenar de tapas a un lugar muy cercano a la estación de Atocha. Como íbamos siete pax, pues decidimos que cada un@ pediría a su criterio una tapa para consumo general. Quien escribe, en un ataque de lucidez y de saber estar, pidió “Riñones a la plancha”. Ni siquiera al Jerez; a la plancha.
Por supuesto, aquella fórmula para cocinar los riñones no nos gustó, más bien nos repugnó. Tuvimos la sensación de quien moja pan en el orinal de un abuelo. Sabía muy fuerte; úrico total. Con lo que nos lo dejamos casi todo.
Claro, el camarero nos preguntó que si no nos había gustado, y nosotr@s le contestamos que no, que estaba muy fuerte de sabor y que nos había desagradado mucho.
El camarero, sin más comentario, nos apartó el plato de delante mientras nos decía que lo borraba de la cuenta.

Hace unos años, en Terodáctila, como no, pedí una ensalada que olía a cloaca. La devolví al camarero y, pese a nuestras protestas, nos la cobraron igual. El asunto acabó con la correspondiente extensión de una “Hoja de Reclamación”. La ensalada, de estiércol debía ser, no costaba ni 4 €.



Otro ítem que les cuento es a propósito de un helado. Nuestro niño, digo nuestro porque era un componente más del equipo, quería un helado. Como buen niño que es, no supo esperar a que todos termináramos de cenar y se fue él solo a pedirlo a la barra. Pese a que estábamos disfrutando de una noche esplendida en la terraza, donde el precio de cada consumición se incrementaba en 1 €, el camarero, no sólo le trajo el helado a la mesa donde estábamos tod@s, sino que además; le advirtió a la madre de que puesto que el niño había ido a la barra a pedir su helado, nos lo iba a cobrar a precio de barra, y no de terraza.

En Terodáctila, ante la presencia de un niño de once años pidiendo un helado, el camarero hubiera llamado a los Mossos. A partir de aquí; el ayuntamiento hubiera denunciado a la madre por abandono, y al padre por alcohólico por estar en un bar poniéndose tibio mientras su hijo mendigaba algo que comer. Seguramente el niño hubiera pasado a la tutela de la administración competente y posteriormente concedido en custodia a unos padres en Singapur, por ejemplo. A lo peor, incluso, nos hubieran acusado a los siete de “secta” que utiliza a niños de once años para lavar el cerebro a camareros dominicanos, a fin de programar un suicidio colectivo, según fuentes de Sexto Milenio, para poca horas después. Al final del camino, una potente denuncia cuya acusación particular la constituiría el mismísimo ayuntamiento de Terodáctila, nos instaría a pagar 1 € de recargo por el helado en cuestión, puesto que este fue tomado íntegramente en una terraza, 6.000 € más por la mala intención que presenta la causa que se nos imputa, más 1.500 € por costas procesales, más 60 € de los intereses devengados por la deuda, más 100 € para sostenimiento de la Iglesia parroquial de Santa María Nadiuska, y 125 € más, según decreto 02/2009, en concepto de tasas por emisión de CO2 y por no hacer el checking on-line cuando toca.

No puedo impedir que cuando les cuento esto se me escape mi vena anti-Terodáctila. Una vena que se me inflama cada día un poco más. Quizá por eso sueño viajes, y cuelgo aviones en el Facebook. Quizá sea eso o quizá sea que me revienta que Terodáctila se las dé de cosmopolitísima siendo como es de provinciana. Vive tan acomplejada de su provincianismo que no se da cuenta de que aceptar que lo es, aceptar que es provinciana de Wiki, la haría menos insulsa y más humana. Yo no sé si molestaré a alguien afirmando que Madrid contiene un cierto aire provinciano que la hace muy especial. Desde luego, no lo pretendo. Precisamente quiero resaltar al decirlo que eso es lo que más me sedujo de Madrid.

Ya sé se me inflame todo lo que se me inflame, al fin y al cabo, me guste o no, me tengo que comer con patatas esta ciudad maleducada. Eso aun me inflama más.
Tampoco mis soflamas sobre Madrid deberían quitar peso a mi nacionalismo y a mi catalanidad indiscutible, y al punto radical. Pero eso sí; por una vez en mi vida, hablar de esta manera me hace sentir inteligente.

11 comentarios:

  1. Sí señor, estoy de acuerdo en lo que dices y en como te sentiste en los madriles, porque yo tuve la misma experiencia, bueno parecida. El pasado verano, mi esposo, mi vástaga y servidora nos dirigimos a Madrid para pasar allí "dos semanas" que se hicieron cortas y llenas de pequeñas anécdotas que se parecen un poco a lo que relatas; contaré sólo una de ellas: Maria y yo decidimos pasar un fantástico día en el Zoo. Tomamos un metro e hicimos un larguísimo viaje para llegar al susodicho recinto, con la mala suete de que, al llegar ahí y justa unos pocos minutos antes de que empezara el espectáculo de los delfines que María tanto deseara ver...la tarjeta bacaria se nos había quedado "fuera de servicio" y no podíamos sacar efectivo para pagar nuestra entrada. Mi hija y yo nos hallábamos en la puerta del zoo debatiendo sobre el tema -evidentemente en catalán-, cuando de repente un taxista muy amable se acercó a nosotras y nos dijo que si necesitábamos ayuda que él nos la podía dar. El taxista no sólo no nos regresó a casa para buscar a my husband y que este solucionara el dispendio sino que nos entregó la hermosa cantidad de 50 euros para pagar las entradas. Sorprendidas aceptamos y tras tomar nota mutua de los número de teléfono nosotras entramos en el zoo. Al cabo de unos minutos, el señor taxista nos llamaba y nos preguntaba si teníamos suficiente dinero para comer, a lo que nosotras contestamos que no se preocupara pues llevábamos unos maravillosos bocatas en nuestro bolso. El final de la feliz historia es evidente ... lo llamamos al salir, nos recogió, nos llevó a casa, albert nos esperaba con 50 euros y le pagamos la carrera altamente agradecidas y con una hermosa propina muy merecida por su parte.

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  2. Sólo pueden hablar mal de Madrod aquellas personas que no la hayan visitado o que la critiquen sin elementos de juicio, sólo por quejarse -deporte nacional- y compararse sin criterio.
    Lamento mucho que no haya sido elegida sede olímpica pues creo que con la calidez de sus gentes y su calidad de vida hubiera sido una magnífica sede.

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  3. Se que el post versa sobre Madrid. Pero quiero reseñar que Terodáctila regurgita a todo aquel que no resida en ella. Lo dice un hijo suyo, que cada vez le tiene más asco y que si no fuese por alguna de sus singularidades nunca más volvería a pisarla.

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  4. No puedo estar más de acuerdo. Una ciudad se basa especialmente en sus gentes y lo más recomendable sería que el sr. Hereu organizara excursiones con autocares repletos de barceloneses para que una vez allí se nos contagiara algo de ese peculiar y envidiable caracter madrileño.

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  5. Montse; sino fuera porque te conozco, y porque estos día he vivido Madrid, pensaría que me levantas la camisa.
    Anónimo; el sentido de titular este post como Madrid 2009 tiene algo de homenaje en ese sentido. Merecían los juegos olímpicos de 2016.
    Pale; en ese poder regurgitador pienso cuando voy por Lleida y me cuenta la radio cómo está el tráfico en las Rondas... ¿A quien le importa eso en Lleida?
    Sawyer; genialísima propuesta... cuando Hereu despierte de su sopor deberíamos de proponérselo, pese al riesgo que correría Madrid.

    Más que nunca agradezco vuestros comentarios. He de reconocer que tras publicar este post he sentido un poco de miedo escénico... ¡¡Tan educado estoy en sentir Madrid como un enemigo!!

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  6. Me sorprende lo de levantarte la camisa ...
    ¿se puede saber por qué? ...También me han educado a sentir eso que tú dices, pero me han educado en la calle, en la tele ... y como yo soy muy rebelde.... me deseduco. Lo que sé es que Terodáctila es para mi un Paraiso Perdido y como tal debe quedarse, en cuanto a paraíso y en tanto a perdido

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  7. Desde que vivo en Lleida me pregunto po qué tantas informaciones sobre el tráfico en BCN oídas desde aqui, desde Ponent.... ¿y a mi qué? eso no lo entenderé nunca.
    Nos machacan y ametrallan a diario de egopoliticentrismo... y una cosa más LO CARTAÑÁ era un garrulo insufrible, creado desde Terodáctila para "autoasquerosizarnos"

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  8. Tu vergüenza me erotiza intelectualmente Salva y lo he pasado muy bien con tu texto, he vuelto a ver esa manera de escribir tan tuya ... irónica y punzante

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  9. Montse al decir lo de "levantarme la camisa", me refería a que la historia del taxista me parece tan bella que de contármela otra persona quizá me hubiera costado creerla.Y sí, a mí me pasaba lo mismo cuando vivía fuera de Tero. Lo malo es que quise cumplir ese deseo y rompí el sueño. Me desperté de golpe, caí de la cama... incluso fui a para bajo ella.

    Por cierto, he visto que hoy han habido 12 visitas de Madrid... ¿qué habrán pensado?

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  10. Ya me gustaría saber qué han pensado, pero parece ser que nos vamos a quedar con las ganas. No se trata de ver las cosas blancas o negras, pero hay que reconocer que yo también aprecié ese provincianismo tan "cosmopolita" que comentabas.

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  11. Pues yo que por regla general detesto las urbes grandes y soy ciudadana lleidatana, también comparto con vosotros esa atracción hacia el provincianismo madrileño, pero también lo he sentido en Terodáctila, y en París, y en Berlín y en Roma... y también en puebluchos de mala muerte, en aldeas del quinto pino y en villas de Nuncajamás. Lo digo porque Todaspartes, que es un lugar tan fantástico como repugnante está lleno de Gentedetodotipo, creo que todo depende mucho del karma personal, de cómo uno se dirige a los demás y lo más importante, de cómo están ese día los astros.
    Besos a todos los viajeros del mundo.

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