Es curioso que el paso del tiempo no deje mella en forma de vacío cuando hay un punto eterno de contacto entre dos personas.
Dicen que ese es el verdadero valor de la amistad; que pase el tiempo pero que te puedas encontrar y sonreirte, y comerte una pizza "Seis Estaciones y un Apeadero" a media tarde, mientras retomas el hilo de lo que comentábais la última vez.
Son esos momentos mágicos, irrepetibles uno se piensa, que dejan sabor de boca de cosa positiva; que uno recuerda durante días y que le cuenta a un amigo como uno de esos hitos que aparecen por la vida y le hacen sentir a uno triunfador.
Quizá el silencio, la distancia, el pasado, no siempre son el olvido. Tal vez sea siempre un buen motivo para el reencuentro.
Hay personas a las que uno no tiene que contarles nada. Puedes pasar mucho tiempo sin verlas y no hace falta ponerse al día expicando mil cosas superficiales que poco importan... Da gusto que haya gente así, como Yolanda y tú
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