domingo, 25 de enero de 2009

Hay fotos que no duelen tanto



Algunas veces sucede que una foto queda bien. Curioso acontecimiento si una de las personas que participa en ella suele horripilarse siempre que ve su imagen reproducida fotográficamente. ¿Por qué? Ahora, henchida de orgullo añado esta imagen en la que me veo incluso dulce al lado de mi amiga Carmen y de nuestras respectivas hijas: Aroa y María. ¿Verdad que es bonito que los nombres un día tengan cara?

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