Esta tarde he escrito algo grosero, algo desde la más íntima visceralidad, algo mal sonante, directo, casi con nombres y apellidos, llevado por la furia y casi por el odio. Pero aunque haya habido alguien a quien le haya dado tiempo de leerlo, me he dado cuenta de que no eran formas, y lo he descolgado al cabo de unas horas, cuando yo ya estaba más tranquilo.
En definitiva; se trataba de celos. Me describía a mí mismo como un gran imán bípedo que atraía hacia a mí gente celosa, envidiosa, gente que desprecia su vida, o parte de ella, y que sufre cuando alguien cuenta la vivencia que para él/ella quisiera. Lo malo es que lejos de tragárselo, suelen ponerse en evidencia soltando algún despropósito a fin de aminorar el valor, el real o el que uno tiene sobre algo, de quien le está contando una vivencia.
Y a mí eso me pone frenético. Es algo en las personas que desprecio. Tolero todo lo demás, pero eso, categóricamente no. No sé porqué. Quizá sea tan común la envidia tiñosa en este mundo que con mi intolerancia hacia ella, soy yo quien debería someterse a terapia urgente, no lo sé, pero mi sentido de la normalidad escapa a entender esa tiña.
Mira, me suda el níspero lo que a ti te parezca o te deje de parecer mis vacaciones de este próximo verano. Si sientes envidia te callas porque a mí, tu vida, me parece un sopor, y supliendo la educación que a ti te falta, me callo.
Que te parezca bien o mal que a mi longeva edad, estudie una carrera universitaria sin salidas profesionales abrumadoras, es un problema mío, y lo que tú opines, te lo tragas y lo cagas después, a ver si embozas tu inodoro de mierda pútrida. Y si mis resultados son brillantes, y a ti eso te fastidia, pues eso; te fastidias. Por cierto, no es porque la Universidad sea fácil, ni porque yo sea una lumbrera, sencillamente es porque me lo curro mientras tú te la pelas mirando con los prismáticos a tu vecina.
Que aprobar un examen teórico de conducción tiene mucho merito, y no menos que aprobar la práctica. Y si te fastidia que alguien con quien tú no contabas haya aprobado a la primera, no es porque sea muy fácil aprobar, es porque se lo ha currado mientras tú, bostezabas ante el televisor. Y algún día, por cierto, te demostraré lo que son los modales, y lo que es respetar la victoria de las personas, si es que no lo he hecho ya, que creo que por razones obvias, sí que llevo años haciéndolo.
Y así podría seguir páginas y páginas, pero mira; no pienso perder el tiempo. Sin decir nombres estos testimonios son ciertos, y que cada cual se sienta identificado si quiere, y sino, que siga envidiando, siendo infeliz, y un vago de órdago que prefiere blasfemar en lugar de arreglar su vida.
Recomiendo a la colla de tiñosas de este mundo, se sometan a terapia para corregir su infelicidad, o bien, antes de hablar, se metan una granada de mano en la boca, a ver si el pedazo más grande que queda de sus dientes es mayor que el huevo de un piojo.
Si, me quedó fuerte, pero les aseguro que una décima parte de lo que era antes.
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