Entro en la una biblioteca, estoy nerviosísima; hace una semana o más que no fumo y tengo que buscar sitios en los que no se fume para autoconvencerme de lo que estoy haciendo.
No pretendo coger ningún libro pero miro por pasar el rato y el reto. Hace sólo unos días ocupaba dos horas al día fumando, y ahora me estoy dando cuenta de que me sobra tiempo y puedo incluso ponerme crema en la cara, ir a la biblioteca, pasear, ordenar cajones a la caza de mecheros (ya he encontrado unos 25 que funcionan), leer, charlar con los compañeros de trabajo que no salen a la calle para fumar y también frecuentar la cafetería del trabajo en la que por supuestísimo no se puede fumar.
A lo que íbamos, estoy en la estantería del fondo y cojo un libro pequeñito e insignificante, en la tapa leo: No soy obsesiva, no soy obsesiva, no soy obsesiva y me encantan estas palabras; es como si el libro me hubiera leído la mente y materializara en su portada lo que yo estaba pensando. Bien, pues cojo el libro, lo abro despreocupadamente y me encuentro con esta cita: "Nunca es demasiado tarde para ser aquello que podrías haber sido", George Elliot dixit . Estas palabras me hacen rebuscar en una de mis libretas a la caza de una cita de Martin Luther King que dice así: "Da tu primer paso, no es necesario que veas la escalera completa, sólo da tu primer paso".
Con estas frases empiezo a darme cuenta de lo que estoy haciendo: Ya no fumo, he dado mi primer paso; no fumar y me gustaría ser aquello que hubiera pòdido ser si no hubiera tenido la necesidad de sujetar entre mis dedos algo para sentirme segura en la discoteca a los quince años, creo: un cubata en una mano y un cigarro en la otra. Sí, lo estoy haciendo; estoy intentando dejar de fumar.
Pues bien; como dijo hace unos días mi alter ego: dejar de fumar ya no es tan difícil. Voy a añadir unos cuantos datos a este articulejo sobre mis más recientes pensamientos alrededor del tabaco y sus aledaños:
1) Me he fumado unos 4 millones de pesetas a lo largo de mi vida. (Me da pereza convertirlo en euros) Es el precio de un cochazo y yo conduzco una birria.
2) Me fumo unos 1200 euros anuales; si los invirtiera en vacaciones otro gallo cantaría.
3) Ocupo uns dos horas al día en fumar y me quejo de que no tengo tiempo para nada.
4) Si sigo fumando como hasta hace tan solo 22 días el Estado Español se ahorrará pagar mi jubilación porque probablemente la susodicha jubilación no llegará nunca a producirse y me convertiré directamente en un fiambre.
5) Llevo 27 años fumándome un paquete o más al día.
6) Cada día es más incómodo fumar: lo tengo que hacer en la calle, en el balcón o en un bar lleno de humo y me siento una próscrita apestosa.
Podríamos añadir muchos más datos, me ahorro lavadoras, ya no apesto a tabaco, no voy tanto al bar... BLA BLA BLA BLA...
Para terminar sólo espero que no se haga cierta otra cita, Jimmy Connors (el tenista) dijo así: "La experiencia es una gran ventaja. El problema es que cuando por fin consigues tener la suficiente experiencia eres demasiado viejo para sacarle provecho".
Después de haberme despachado a gusto quiero decir a todos y todas que a partir de ahora no machacaré a los fumadores con mi doble moral de tabacoadicta redimida. Todos somos libres de hacer lo que nos plazca con nuestra vida.
Mi opción es mía y no pretendo ser una gurú antitabaco, así que me voy a dormir, no sin antes citar a la maravillosa Verónica Forqué como cierre a esta entrada:
"Es una falta muy mala quejarnos siempre de lo que no tenemos, porque dejamos de disfrutar de lo que tenemos".
He cogido el portátil de Albert y me he despachado a gusto... jejejejeje
ResponderEliminarMe encanta esto que has escrito. Es de un nivelazo superior a lo que has escrito hasta ahora... me ha gustado mucho... tan dinámico, tan vivo, tan tú... sigue, sigue... siiii, quiero mmmmmás....
ResponderEliminarCada día me siento mejor... gracias por tus palabras Salva-tore... Ma hacen mucho bien...
ResponderEliminarMontse dixit