Uno no entiende muy bien qué hacían metidos en un espacio tan público como la Universidad un grupúsculo de estudiantes durante más de tres meses. Entiendo su lucha, su idealismo de jóvenes que son quienes, en el fondo, pueden cambiar el mundo. Pero, ¿a qué venía una permisividad tan felina del rectorado? Porque, no me dirán que éstos esperaban convencidos una solución de consenso entre los jóvenes estudiantes y las autoridades universitarias, que nos han endiñado el rollo de Bolonia con mantequilla, ni en tres meses, ni en tres años. Entre otras cosas, porque dudo que ni el mismísimo rectorado sepa qué diablos es eso de Bolonia. Quizá por eso, en la esperanza de que en su mentecatez suprema lo entendieran en un acelerado de tres meses, el rectorado quisiera ganar tiempo.
Pero aun entiendo menos, y me hiere hasta el tuétano, la alevosía y la nocturnidad del ataque de las fuerzas del orden público, cuando aun estaba amaneciendo. ¿Se imaginan ser sorprendidos cuando duermen por un intruso? ¿Esos son los medios que éstos tiene a su alcance? Pues no, tienen más, y lamentablemente lo demostraron horas después. ¿Porqué no nos evitaron el ridículo a todos como colectivo de este país, y les metieron la del pulpo ya de entrada?
¿Qué ellos son unos mandados? ¿Qué cumplían órdenes? ¡Quien piensa esas bobadas! ¿Quién es su sano juicio se ve delante de un niño de diez años y golpea? ¿Quién arremete contra una cámara de televisión aun sabiendo que va a quedar retratado hasta la posteridad? ¿Quién golpea, golpea, y golpea...? Eso no es autoridad, eso es fuerza.
En este país a los poderes públicos se les adhiere el culo a sus sillitas y no hay manera de que se larguen aun habiéndola metido hasta el fondo. De nada sirve la voz entrecortada del jefe de policía o las palabras de Saura. ¡Lárguense de una vez, ineptos del copón, para que las cosas en esta ciudad se resuelvan por cauces menos pestilentes!
Pero aun entiendo menos, y me hiere hasta el tuétano, la alevosía y la nocturnidad del ataque de las fuerzas del orden público, cuando aun estaba amaneciendo. ¿Se imaginan ser sorprendidos cuando duermen por un intruso? ¿Esos son los medios que éstos tiene a su alcance? Pues no, tienen más, y lamentablemente lo demostraron horas después. ¿Porqué no nos evitaron el ridículo a todos como colectivo de este país, y les metieron la del pulpo ya de entrada?
¿Qué ellos son unos mandados? ¿Qué cumplían órdenes? ¡Quien piensa esas bobadas! ¿Quién es su sano juicio se ve delante de un niño de diez años y golpea? ¿Quién arremete contra una cámara de televisión aun sabiendo que va a quedar retratado hasta la posteridad? ¿Quién golpea, golpea, y golpea...? Eso no es autoridad, eso es fuerza.
En este país a los poderes públicos se les adhiere el culo a sus sillitas y no hay manera de que se larguen aun habiéndola metido hasta el fondo. De nada sirve la voz entrecortada del jefe de policía o las palabras de Saura. ¡Lárguense de una vez, ineptos del copón, para que las cosas en esta ciudad se resuelvan por cauces menos pestilentes!
Estoy total y penosamente de acuerdo contigo ... Lamentable, también es lamentable que las ideas de los jóvenes se hayan despertado y reactivado a raíz de hallarse inmersos en un grave problema como colectivo. Sin presión no hay reacción y se echaba de menos en los últimos años un movimiento estudiantil organizado. Eso será lo único bueno de todo lo que está pasando....Espero que sepan gestionar su poder y que nos arrastren a todos
ResponderEliminarpues si, que verguenza y desconcierto... lo que es triste es que la gente "adulta" y con responsabilidades se comporte como vándalos... ¿Es ejemplo para los jóvenes, a los cuales se critica por "violentos" ocupadores de rectorados, aporrear a madres con bebés? Como siempre el poder lo explica todo al revés.
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